¿Cómo saber si el pollo está poco hecho?

Si estás pensando en preparar pollo pero no tienes mucha experiencia en la manipulación de esta carne, quizá te preguntes cómo puedes saber si está bien cocido o si necesita más tiempo. Cocinar poco el pollo es un peligro para la seguridad, pero cocinarlo demasiado arruina el sabor y la textura, y puede hacer que tu comida sea desagradable, por lo que es importante encontrar el equilibrio adecuado.
¿Cómo saber si el pollo está poco hecho? Puedes saber si el pollo está poco hecho utilizando un termómetro de carne para medir su temperatura interna, pero también observando su color, el color de sus jugos y la textura. Cualquier pollo que aún esté rosado o que se tambalee al tocarlo está poco hecho y no debe comerse, ya que puede causar intoxicación alimentaria.
¿Cómo saber si el pollo está cocido?
La forma más fiable de saber si el pollo está cocido es utilizar un termómetro de carne para tomar una lectura de la temperatura interna. Para ello, basta con introducir el termómetro de carne en la parte más gruesa del pollo cocinado, esperar a que lea y comprobar la pantalla.
Un termómetro para carne te dará la indicación más fiable de si el pollo está cocido. Toma una lectura interna; si está por debajo de 165 grados F, el pollo aún no está cocido y hay que calentarlo un poco más. Si está por encima de 165 grados F, el pollo debería estar totalmente cocido.
Asegúrate de introducir el termómetro de carne en la parte más gruesa de la carne para obtener una lectura correcta.
¿Qué más te indica si el pollo está cocido?
Hay algunas otras señales que puedes utilizar, que pueden ayudarte si no tienes acceso a un termómetro para carne. Debes fijarte en el color y la textura del pollo. Si el pollo aún está rosado o tiene una textura brillante y gomosa, no está completamente cocido.
Cuando está completamente cocido, el pollo debe volverse pálido, casi blanco, y no tener zonas rosadas ni por dentro ni por fuera. En caso de duda, corta el trozo de pollo por la mitad para poder inspeccionar la parte más gruesa, ya que es la que tardará más en cocinarse.
Si el pollo es difícil de cortar, es una señal clara de que aún no está hecho. El pollo cocido debe cortarse fácilmente, mientras que el poco hecho estará gomoso y flexible, y se doblará bajo el cuchillo. Pincharlo te ayudará a determinar cuánto rebota, y esto te permitirá saber lo bien cocinado que está.
También puedes comprobar los jugos del pollo mientras lo cortas. Si los jugos no son transparentes, el pollo aún no está cocido. Los jugos rosados o rojos indican que debe cocinarse durante más tiempo para que sea seguro comerlo.
El pollo también se encogerá cuando se cocine, al liberar el líquido de los tejidos. Si no notas que el pollo se reduce al cocinarlo, es probable que aún no esté cocido, y necesitará más tiempo en la sartén.
¿Y si la superficie está marrón?
Mucha gente intenta juzgar el pollo mirando su aspecto externo cuando lo está cocinando, pero esto puede ser engañoso. Dependiendo del calor al que estés cocinando el pollo, su exterior puede volverse blanco y desarrollar algunas zonas marrones crujientes mucho antes de que el interior del pollo esté cocinado.
No debes juzgar el tiempo de cocción basándote en el aspecto exterior del pollo. Es posible que un trozo de pollo esté completamente crudo por dentro y parezca totalmente cocinado por fuera.
Utiliza uno de los métodos anteriores para comprobar si el pollo está hecho, pero nunca dependas del aspecto externo.
¿Cuánto tarda en cocinarse el pollo?
El tiempo de cocción variará en función del tamaño de la pieza de pollo y de cómo la estés cocinando. Freír las pechugas de pollo será más rápido que asar un pollo entero en el horno. También influirá mucho en el tiempo de cocción si se han dejado o no los huesos.
Puedes obtener estimaciones aproximadas sobre el tiempo de cocción del pollo, pero en general es mejor comprobar simplemente si la carne está lista utilizando un termómetro. Las estimaciones pueden dejarte el pollo quemado o casi crudo, según las circunstancias.
Por ejemplo, puedes hornear un pollo con los huesos durante unos 30 ó 40 minutos, mientras que un pollo sin huesos sólo debería tardar unos 20 minutos. Como hay tanta variación en los tiempos de cocción, tienes que asegurarte de que puedes distinguir entre un pollo bien cocinado y otro poco hecho.
¿Se puede comer pollo poco hecho?
No, no está bien comer pollo que no esté bien cocinado. Si el pollo no ha alcanzado una temperatura de unos 160-165 grados F, es probable que albergue cepas bacterianas peligrosas. Éstas podrían ponerte muy enfermo si las consumes.
No comas carne que sepas que no está bien cocinada. El proceso de cocción es una parte crucial para que el pollo sea seguro, y si parte de la carne no ha alcanzado una temperatura suficientemente alta para matar las bacterias, será peligroso consumirla.
Los síntomas de la intoxicación alimentaria pueden ser graves en algunas situaciones, y si comes pollo que no se ha cocinado adecuadamente, puede que sufras náuseas, vómitos, diarrea, calambres estomacales, fiebre, dolor de cabeza y otras cosas.
Por desgracia, las bacterias que pueden causar la intoxicación alimentaria son a menudo indetectables, lo que ha hecho que se extiendan por todo el mundo. La manipulación adecuada de los alimentos y la cocción minuciosa de las carnes son algunas de las mejores formas de reducir el riesgo de intoxicación alimentaria.
Reflexiones finales
El pollo está poco hecho si su temperatura interna es inferior a 165 grados F, o si aún contiene carne rosada. Busca jugos coloreados y una textura gomosa y elástica como indicios adicionales de que el pollo aún no está totalmente cocido. Por último, asegúrate de que el pollo se ha encogido en la sartén, ya que debería disminuir de tamaño al perder parte de su agua por evaporación.
Deja una respuesta
Entradas Relacionadas