¿Cuánto duran las alcachofas en el frigorífico?

¿Estás pensando en añadir alcachofas a tu comida para darle ese sabor fantástico que ofrecen las alcachofas? Quizá estés pensando en comprar alcachofas a granel con el fin de ahorrarte el estrés de ir a la tienda cada vez que las necesites.
Pero, ¿cuánto tiempo se pueden conservar las alcachofas y cuál es el mejor lugar para conservarlas?
¿Cuánto duran las alcachofas en el frigorífico? Con un almacenamiento ideal, las alcachofas pueden durar entre 5 y 7 días en el frigorífico antes de estropearse. Por lo general, guardar las alcachofas después de cocerlas permitirá que duren más tiempo en el frigorífico que conservarlas crudas.
Antes de comprarla, el estado de la alcachofa desempeña un papel muy importante en su conservación. La temperatura, el estado y la fecha de caducidad son factores que determinan cuánto durarán las alcachofas en su lugar de almacenamiento.
Si quieres conservar las alcachofas a temperatura ambiente, puedes considerar la posibilidad de guardarlas en un lugar oscuro, lejos de la luz solar directa. De este modo, pueden durar aproximadamente de 3 a 4 días, mientras que pueden durar alrededor de una semana si se guardan en el frigorífico.
Cómo saber si las alcachofas se han estropeado
Las alcachofas son delicadas y tienen una vida corta; sin embargo, la vida útil de una alcachofa puede prolongarse si se manipula adecuadamente.
Si has almacenado tus alcachofas durante un tiempo y dudas de su comestibilidad, hay algunos atributos notables en los que puedes fijarte para detectar si la alcachofa es comestible o no.
Hojas sueltas o agujeros abiertos en el centro de la alcachofa
Las hojas apretadas y compactadas caracterizan a las alcachofas. El centro de la alcachofa suele estar cerrado. Por tanto, si observas hojas sueltas o un agujero en el centro de una alcachofa, puede ser un indicio de que la alcachofa está mala.
Hojas partidas o arrugadas en la punta
Como la mayoría de las plantas, cuando las alcachofas se conservan durante un tiempo, empiezan a secarse de forma natural. Sin embargo, mientras que algunas plantas se consumen mejor cuando están secas, las alcachofas se consumen mejor cuando están frescas.
A lo largo de los años, los expertos han descubierto formas y estrategias para garantizar una conservación adecuada de las alcachofas, pero con el tiempo, las alcachofas seguirán estropeándose.
Si notas que las hojas de una alcachofa están arrugadas, es un signo común que podría indicar que la alcachofa se ha echado a perder y se está secando.
Cuando la alcachofa se siente ligera
Las alcachofas suelen ser pesadas en función de sus distintos tamaños, y normalmente son de naturaleza húmeda. Cuando las alcachofas se ponen malas, empiezan a secarse y a perder peso. Éste es un signo común en las alcachofas cocidas, aceitadas y crudas, y es un buen indicio de que la alcachofa está mala.
Sin embargo, el secado de una alcachofa pasa por distintas fases, pero indica un daño grave cuando la alcachofa es muy ligera.
Cuando la alcachofa se siente esponjosa al apretarla
Se supone que las alcachofas deben sentirse húmedas al apretarlas. Sin embargo, cuando se aprieta una alcachofa, sus hojas deben chirriar un poco al secarse; se sentirán esponjosas al apretarlas.
Cuando notes que una alcachofa se pone esponjosa al apretarla, puede ser un indicio de que se ha estropeado.
Decoloración grave de la alcachofa
Es natural que una alcachofa pierda ligeramente su pigmentación. Las alcachofas pierden color cuando entran en contacto con el aire, pero esto no significa necesariamente que ya no sean comestibles o estén malas. Sin embargo, cuando este síntoma se agrava, puede indicar que la alcachofa se ha puesto mala.
Por tanto, si notas decoloración, es muy recomendable que optes por un método de reserva para evitar que tu alcachofa se eche a perder.
Cómo conservar las alcachofas en el frigorífico para que duren más tiempo
La vida útil de una alcachofa puede aumentar si se guarda en el frigorífico. Sin embargo, las alcachofas crudas pueden resultar un poco complicadas cuando intentas conservarlas en el frigorífico, ya que su vida útil sólo puede aumentar ligeramente con este método de almacenamiento.
Sin embargo, puedes conservar las alcachofas en el frigorífico metiéndolas en una bolsa de plástico o en otros recipientes de almacenamiento. Un buen truco es rociar un poco de agua sobre las alcachofas para ayudar a mantener un ambiente húmedo que permita una conservación adecuada, mientras se guardan en el frigorífico.
Además, las alcachofas pueden guardarse en hielo limón y conservarse en el frigorífico hasta que se utilicen.
Antes de meter las alcachofas en el frigorífico o el congelador, puedes tener en cuenta lo siguiente:
Quita el estrangulamiento y las hojas exteriores
Cuando prepares la alcachofa para guardarla, es importante que le quites el estrangulamiento y las hojas exteriores. Esto facilitará un almacenamiento adecuado y prolongará su vida útil.
Lava la alcachofa en agua fría
Mientras preparas el proceso de reserva, es vital que laves la alcachofa para eliminar los restos y la suciedad, ya que ésta puede facilitar la aparición de moho. Sin embargo, es mejor utilizar agua fría para lavar la alcachofa, ya que las verduras son delicadas y el agua caliente puede reducir su vida útil.
Escaldar la alcachofa
Blanquear la alcachofa es una forma excelente de conservarla. Se hace aplicando zumo de limón y ácido ascórbico a la alcachofa. Después, sacas la alcachofa y la secas con una toalla de papel.
Este proceso ayuda a evitar la decoloración de la alcachofa durante la conservación.
Reflexiones finales
Cuando compres alcachofas en la tienda, fíjate en su aspecto físico y conoce su fecha de caducidad. La vida útil de una alcachofa depende de tu método de conservación.
Sin embargo, si pretendes conservar la alcachofa fuera del frigorífico, debes mantenerla alejada de la luz solar directa. En la mayoría de los casos, la temperatura fría del frigorífico y el congelador son entornos perfectos para que una alcachofa aumente su vida útil.
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