¿Por qué las fresas se llaman fresones?

Las fresas son conocidas por su aroma característico y su sabor dulce. Además, la fresa es una fruta popular que también aporta saborizantes artificiales a numerosos productos.

¿Por qué se llaman fresas las fresas? Nadie sabe a ciencia cierta de dónde procede el nombre de "fresa", pero hay varias posibilidades. Una es que se trata de una corrupción de la expresión "baya esparcida", otra especula que tiene que ver con el aspecto de la fresa y una tercera sugiere que podría deberse a que la paja se utiliza con frecuencia como mantillo cuando se cultivan fresas. Otra posibilidad es que se envasaran en paja cuando iban al mercado.

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La teoría de las "bayas esparcidas"

Muchos consideran que ésta es la explicación más probable del nombre de la fresa. Cuando crecen, las fresas suelen parecer esparcidas por todo el campo, porque producen estolones por todas partes. Lo mismo ocurre cuando crecen en estado silvestre: a menudo aparecen esparcidas casi al azar.

Dado que esta teoría puede ser anterior a nuestro cultivo de fresas, se cree que es muy probable: habríamos tenido un nombre para las bayas antes de empezar a cubrirlas en nuestros campos con paja.

Antes de que se estandarizara la ortografía y empezáramos a asignar grafías fijas a las cosas, es fácil creer que la grafía podría haber acabado siendo "paja", sobre todo teniendo en cuenta las variaciones de acento en todo el país.

Así pues, tal vez debería adoptar un nuevo enfoque respecto a sus fresas: no son paja en absoluto, ¡sino esparto! Como alternativa, quizá le parezca más factible alguna de las otras opciones.

La teoría estética

Las fresas parecen tener paja en su interior. Su superficie roja está salpicada de líneas amarillas, como los extremos de la pajita.

Esta es otra posible explicación; la gente que intentaba describir la baya podría haber comparado las motas amarillas con un material con el que estarían muy familiarizados en aquella época.

Sin embargo, también parece algo aleatorio. Hay muchas otras cosas con las que se podrían haber comparado las motas amarillas de la fresa, aunque hay que admitir que la forma en que aparecen esparcidas es algo similar a cómo se ve la paja cuando está esparcida.

Esto no se puede probar, pero tampoco refutar. Tendrás que decidir por ti mismo si te convence. ¿Te parecen las motas amarillas como paja asomando?

Cabe señalar que no son tan distintivos en las fresas silvestres como en nuestros cultivares modernos, lo que es un punto en contra de esta teoría, ya que las fresas fueron nombradas basándose en la variedad silvestre, ¡y no en la cultivada!

La teoría del mantillo

Es cierto que las fresas suelen cubrirse con paja. Esto ayuda a mantener la humedad en el suelo mientras crecen, y también suprime las malas hierbas y el crecimiento de otras plantas que podrían desplazar a las fresas. El acolchado en invierno ayuda a evitar que las fuertes heladas dañen las fresas.

La paja también ayuda a evitar que la fruta toque el suelo, lo que podría causar deformaciones o podredumbre. También hay quien piensa que disuade a las babosas y otras plagas de meterse en las plantas de fresa para masticar los frutos, aunque puede que no sea así.

Una capa de paja sobre las plantas mientras fructifican es una buena forma de ocultar los brillantes frutos de los pájaros, a los que les encantan casi tanto como a las personas, y este método también se ha utilizado en el pasado.

Por lo tanto, se puede ver que hay muchas buenas razones para utilizar paja para acolchar las fresas, y es el material preferido. Es fácil imaginar que este uso común podría haber dado lugar al nombre de baya "paja", pero se cree que esta razón no es en realidad tan buena como podría parecer.

Como ya se ha dicho, los humanos empezamos a comer fresas mucho antes de que empezáramos a cultivarlas. Recogíamos fresas silvestres en el bosque y las comíamos, y las llevábamos a los mercados para venderlas. Hemos disfrutado de estas bayas desde mucho antes de que necesitáramos cubrirlas con paja.

Eso significa que, aunque esta teoría suene plausible, probablemente no sea así. No hay ninguna razón por la que hubiéramos asociado la variedad silvestre de la planta con el acolchado de paja, y les habríamos puesto nombre antes de empezar a domesticarlas.

En general, esta teoría parece haber sido descartada como poco plausible, a pesar de lo bonita que suena. Sin embargo, el nombre de la fruta podría provenir de su asociación con la paja en un sentido diferente: el envasado y el transporte.

La teoría de la paja envasada

Así que, cuando los buscadores recolectaban fresas en el bosque para llevarlas al mercado y venderlas, ¿qué hacían con las bayas? No podían llenarse los bolsillos con ellas.

Se cree (aunque es sólo una teoría) que los recolectores ensartaban las bayas en trozos de paja para facilitar su transporte y evitar que se aplastaran unas con otras. Esto les habría permitido transportar muchas más bayas de las que habrían podido transportar de otro modo.

La paja era barata y mucha gente podía acceder a ella, lo que significaba que sería un medio de transporte útil para la mayoría de la gente, y si facilitaba llevar más bayas al mercado, sin duda se habría utilizado.

Una versión diferente de esta teoría consiste en utilizar paja para empaquetar las fresas en cajas sin que se aplasten unas a otras. Así, los agricultores o buscadores de alimentos podrían transportar fácilmente las fresas al mercado y seguirían teniendo fresas enteras para vender, ¡en lugar de papilla!

Una vez más, la paja era barata y fácil de conseguir, por lo que habría sido adecuada para utilizarla (y probablemente reutilizarla) como material de envasado de estas bayas.

Reflexiones finales

Hay muchas explicaciones posibles de por qué las fresas tienen ese nombre tan peculiar, pero las más probables reconocen su historia como plantas silvestres antes de ser cultivadas.

Parece probable que el nombre proceda de una corrupción de bayas "esparcidas", o que se refiriera al método por el que se envasaban y se llevaban a los mercados. La siguiente explicación más probable tiene que ver con la estética de la planta, pero probablemente nunca sabremos con certeza cómo se bautizaron estos frutos.

Carlos Sage

¡Hola, soy Carlos! Me encanta cocinar, comer, pescar y hacer deporte. La comida es mi pasión y he aprendido muchos consejos de cocina de mi familia italiana. Mis publicaciones en el blog se centran en consejos útiles de cocina y en deliciosas recetas.

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