
¿Se pueden congelar las cebollas picadas?

La cebolla está presente en más del 90% de las recetas de cocina. Es un alimento que siempre hay que tener en la cocina. Ir a la tienda cada dos días para comprar cebollas frescas no es suficiente.
Como resultado, decides comprar un gran número de cebollas. Pero olvidas que las cebollas son delicadas y prefieren conservarse a una temperatura de unos 4-10°. Es decir, a una temperatura más alta que la de la nevera, pero mucho más baja que la temperatura ambiente.
Así que antes de que te des cuenta, tus cebollas se enmohecen, les salen brotes o se ponen blandas y tienes que tirarlas. Ocurre, pero no deja de ser una pérdida de dinero. Así que te preguntarás, ¿puedo congelarlas y evitar que eso ocurra?
¿Se pueden congelar las cebollas picadas? Sí, se puede. Las cebollas picadas son muy útiles en la cocina, desde aderezos para ensaladas que se comen crudas, hasta su sopa o carne picada. Si se guardan correctamente, duran unos 6 meses en el congelador y conservan todo su sabor.
Sin embargo, cuando las cebollas se descongelan, se ablandan y se vuelven blandas, por lo que no puedes utilizar cebollas congeladas en tus ensaladas o verduras. Pero para cocinar, lo único que necesitas es el gran sabor o aroma que ofrecen. Las cebollas congeladas cortadas en dados son una gran elección.
Según The National Center for Home Food Preservation, las cebollas cortadas en dados no necesitan escaldarse antes de congelarse. El escaldado se aplica al bulbo entero de la cebolla. Si quiere congelar las cebollas sin cortarlas en dados o en rodajas, tiene que escaldarlas primero.
Blanquear es el proceso de hervir las cebollas peladas en agua durante unos 7 minutos para que se caliente el corazón antes de ponerlas inmediatamente en agua fría para detener el proceso de cocción. El escaldado ayuda a ablandar y conservar el sabor y el color de las cebollas.
Cómo congelar las cebollas picadas
Es estupendo tener a mano cebollas picadas congeladas. Te ahorra el penoso trabajo de tener que cortar cebollas en dados después de un ajetreado día de trabajo intentando preparar la cena. Sin embargo, no congelar bien las cebollas puede resultar muy desagradable. Entonces, ¿cómo congelar correctamente las cebollas cortadas en dados para utilizarlas en el futuro?
Paso 1: Cortar las cebollas en dados
Puedes comprar cebollas picadas en la tienda. Pero sería mejor que lo hicieras tú mismo. Todo lo que necesitas es un cuchillo afilado, una tabla de cortar, bandejas para galletas, bolsas de congelación reutilizables y un robot de cocina si tienes que cortar muchas cebollas en dados.
Vale, cortar cebollas en dados es un asunto lacrimógeno, así que tienes que usar un cuchillo muy afilado. Un cuchillo sin filo aplasta la pared de las cebollas y libera los compuestos que provocan el lagrimeo de los ojos. También es aconsejable utilizar una tabla de cortar de plástico, ya que no absorbe los olores como una tabla de madera. A continuación, corta en dados.
Si tienes que cortar muchas cebollas en dados, puedes utilizar el robot de cocina para que te resulte más fácil. Si tu robot de cocina tiene una función para cortar en dados, estupendo. Pero si no la tiene, utiliza la cuchilla de corte normal y ponla a baja potencia. Dale unos cuantos empujones para que no se haga demasiado puré.
Paso 2: Introducir en bolsas de congelación
La clave de la conservación en cámaras frigoríficas es asegurarse de que lo que se almacena está encerrado en un entorno hermético.
Tengo un truco para ayudarte a guardar bien tus cebollas picadas en la bolsa del congelador. Aquí es donde entra en juego la bandeja para hornear. Coge los dados de cebolla y colócalos en la bandeja. Procura que no se apelmace. Puede que esto no tenga mucha importancia, pero se congelan mejor en trozos individuales que apelmazadas. También facilita su reutilización tras la congelación.
Mete las bandejas con las cebollas en el congelador durante unas horas para que se congelen un poco. Una vez hecho esto, transfiera las cebollas cortadas en dados ya congeladas a sus bolsas de congelación herméticas. No olvides exprimir todo el aire que puedas de las bolsas antes de cerrarlas.
Paso 3: Apilado y almacenamiento
Las cebollas tienen un sabor muy potente que podría extenderse al resto de tus alimentos en el congelador si no tienes cuidado. Para evitarlo, debes utilizar bolsas de congelación de alta calidad. Si quieres extremar las precauciones, puedes duplicar las bolsas para mayor seguridad.
Asegúrate también de que, antes de meter las bolsas en el congelador, no haya trocitos de cebolla pegados a ellas. Para ello, puedes limpiar las bolsas con una toalla seca.
Las cebollas durarían unos 6 meses en tu congelador, así que toma nota de la fecha en que las guardaste para que puedas llevar la cuenta. Puedes escribir con un rotulador en las bolsas el mes en el que las guardaste.
¿Son las cebollas congeladas tan buenas como las frescas?
Las cebollas congeladas sufren algunos cambios durante la congelación. El agua de las células de las cebollas se expande al congelarlas y atraviesa las paredes celulares. Por eso, cuando las descongelas, tienen más agua que las frescas y su textura no es la misma.
Las cebollas congeladas tienden a convertirse en papilla cuando se descongelan. Pero en salsas y sopas o para tu cocina normal, donde lo único que necesitas es el gusto y el sabor, no tienes por qué preocuparte.
¿Cómo se cuecen las cebollas picadas congeladas?
Las cebollas congeladas no se caramelizan como las frescas. Pero para obtener los mejores resultados, freír desde su estado congelado en una sartén con aceite durante unos 3-4 minutos.
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