
¿Se pueden congelar los nabos?

Los nabos son hortalizas de raíz. Esto significa simplemente que crecen bajo tierra. Hay otras hortalizas de raíz como las zanahorias, las remolachas y los rábanos. Son muy ricas en fibra y ayudan a mejorar la digestión. Las verduras frescas tienen tendencia a estropearse con facilidad. Si se conservan a una temperatura inadecuada, empiezan a pudrirse. Como lo más probable es que este tipo de verduras se compren en abundancia, siempre surge el dilema de cómo conservarlas.
¿Se pueden congelar los nabos? Sí, se pueden. Puede congelar los nabos durante un máximo de 6 meses. La congelación le ayudará a conservar el color, los nutrientes y el sabor. Pero esto sólo funcionará si los congelas correctamente. Hay que llevar a cabo procesos como el escaldado.
Los nabos se pueden congelar de muchas maneras. Según lo exija su receta, puede congelarlos para cocinarlos en guisos y sopas o asarlos en el horno. El escaldado ayuda a mantener los nutrientes y a que los nabos se puedan comer incluso en invierno. A continuación te explicamos cómo congelar nabos.
Cómo congelar nabos
Hay varias formas de congelar los nabos. Pero nosotros nos centraremos en dos formas, para los que disfrutan con los nabos en sopas o para los que adoran las verduras asadas.
- Congelación de nabos
- Congelación de nabos asados
Congelación de nabos
Cuando necesite congelar nabos, seleccione nabos pequeños o medianos. Tienen un sabor sutil que los hace apetecibles cuando los saca del almacén. Los más grandes pueden tener un sabor más fuerte que resulte poco apetecible. A continuación te explicamos cómo congelar nabos en sencillos pasos.
Paso 1: Preparación y pelado
No te asustes todavía, no es algo elaborado. Los nabos son hortalizas de raíz, lo que significa que crecen en la tierra. Por eso, si los sacas recién cogidos del huerto, tienes que lavarlos. Frota bien los nabos. Puedes hacerlo con un cepillo para verduras. Aparta los nabos que no estén firmes al tacto.
Cuando tenga un bol con nabos limpios, pélelos. Para ello, utiliza un pelador de verduras o un cuchillo pequeño. Ten cuidado para que el cuchillo no resbale y te cortes.
Paso 2: Escaldado
Este es el paso más importante para congelar bien los nabos. Después de pelar los nabos, córtalos en dados con un cuchillo afilado. Introduce los nabos en el agua hirviendo y déjalos cocer durante unos 90 segundos. Apague el fuego, escurra el agua y transfiera los nabos cocidos a agua helada. Esto se hace para detener el proceso de cocción.
El escaldado detiene el proceso de maduración de las verduras y ralentiza los procesos enzimáticos. Esto ayuda a mantener intactos los nutrientes de las verduras. Una vez que los nabos estén fríos al tacto, escúrreles el agua. Puedes secarlos con una toalla seca para reducir la humedad.
Paso 3: Precongelación
Las verduras tienden a apelmazarse al congelarse. Para evitarlo, hay que congelarlos o precongelarlos. Para ello, extienda los nabos escaldados en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Extienda los nabos individualmente con suficiente espacio entre cada uno. Coloque la bandeja en el congelador durante unas horas.
Paso 4: Almacenamiento y congelación
Cuando los nabos estén medio congelados, ponlos en recipientes herméticos para el congelador o en bolsas Ziploc. Lo mejor es utilizar una envasadora al vacío, pero no pasa nada si no tienes una. Basta con una bolsa hermética. Saca el exceso de aire de las bolsas antes de cerrarlas.
Con un rotulador, marca la fecha de almacenamiento en las bolsas para poder llevar la cuenta del tiempo que las has guardado.
Congelación de nabos asados
El asado parece reducir el amargor de los nabos. Los nabos asados están deliciosos. Asar los nabos lleva un poco más de tiempo que escaldarlos.
Paso 1: Tostado
Antes de congelar nabos asados hay que asarlos primero. Lava los nabos, pélalos y córtalos en dados. Introduce los nabos en el horno con un poco de aceite de oliva y sazónalos al gusto. El tiempo de asado es de unos 30 minutos o hasta que estén tiernos.
Paso 2: Enfriamiento y congelación rápida
Después de asarlos, hay que dejar que los nabos se enfríen a temperatura ambiente. Una vez fríos, lo siguiente es congelarlos rápidamente. El proceso de congelación rápida se realiza de la misma manera que se congelan los nabos escaldados.
Paso 3: Almacenamiento y congelación
Introduzca los nabos semicongelados en bolsas Ziploc o bolsas herméticas para congelador. Siga el proceso de almacenamiento y congelación mencionado anteriormente.
Cómo descongelar nabos
No es necesario descongelar los nabos escaldados o asados antes de utilizarlos. Se pueden utilizar aún congelados. Basta con coger una porción o un puñado de acuerdo con la medida indicada en la receta y echarlos en la sartén.
Sin embargo, si desea cocer nabos escaldados, colóquelos en una cacerola con agua hirviendo. Hiérvalos hasta que estén tiernos al pincharlos con un tenedor. Puede comprobarlo clavando un tenedor en la parte más gruesa del nabo.
¿Se pueden volver a congelar los nabos?
La recongelación de alimentos no es una buena idea, ya que aumenta el ritmo de degradación de la calidad. En el caso de los nabos, el problema de congelar y volver a congelar es que la textura se degrada rápidamente al volver a congelar.
Para evitar que se vuelvan a congelar, puedes congelar los nabos en porciones grandes para no tener que sacar todo el paquete del congelador.
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